Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100394
Legislatura: 1894-1895
Sesión: 12 de Enero de 1895
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 35, 707-708
Tema: Discurso sobre programa del Gobierno

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): No intervendría yo en este momento en el debate, porque nada tengo que decir en contestación al discurso del Sr. Conde de Tejada, si S. S. no hubiera empezado su discurso suponiendo que yo había estado desconsiderado con el partido conservador en las pocas palabras que pronuncié ayer. Su señoría está completamente equivocado. Yo ayer me limité a poner mis actos enfrente de las palabras del señor Conde de Esteban Collantes, para que el país pudiera juzgar entre las acusaciones de dicho Sr. Senador y mis actos, y ni siquiera aludí al partido conservador para nada, ni le dirigí, por tanto, ataques de ninguna especie, ni juzgué ninguno de sus actos. ¿Dónde está, pues, la desconsideración y la dureza para el partido conservador? ¿Quiere decírmelo S. S.? Si S. S. me lo indica, porque yo no lo recuerdo, en el acto retiro aquellas palabras de las que resulte desconsideración al partido conservador ni a ninguno de los Sres. Senadores.

Su señoría sin duda supuso que yo debía atacar al partido conservador, aunque no fuera más que en revancha de los ataques que a mí se me dirigían. Pues me limité a defenderme tan ligeramente como vio la Cámara, sin entrar para nada en comparaciones, sin devolver ataques por ataques, sin hacer nada que a los conservadores molestara.

Por eso suplico al Sr. Conde de Tejada que me diga que palabras mías les han molestado, y como no me las dice, me parece que he demostrado hasta la evidencia que S. S. ha sido injusto en sus acusaciones hacia mí.

Su señoría se ha hecho cargo de unas palabras mías, suponiendo que podrían referirse a fecha reciente. ¿Por qué supone S. S. eso?

Para defenderme del ataque de que yo no había hecho nada, a pesar de que con notoria equivocación suponía que yo había reunido toda clase de autoridades, privilegios y derechos, contestaba yo una cosa muy sencilla: la de que en un espacio de tiempo relativamente corto hemos alcanzado en España un estado de derecho que en otros países ha costado muchísimo más tiempo conseguir. ¿Y no es cierto? [707] En España, por lo menos hasta el año 1834, con ligeras excepciones, estaba absorbida la vida de la Nación por los conventos de frailes y de monjas. (El Sr. Conde de Canga-Argüelles: Ese concepto está un poco turbio, había que aclararlo.) Lo voy a aclarar, Sr. Conde de Canga-Argüelles.

La generación anterior a la nuestra fue hija de otra generación de la cual la educación política estuvo un poco desatendida. ¿Por qué? Porque todo, absolutamente todo, propiedad, conciencia, familia, estaba en manos muertas, porque en cada calle de cada pueblo había un convento, porque esos conventos influían de tal manera en el modo de ser y en la vida de los pueblos, que realmente la Iglesia dominaba por completo al Estado, y como aquí lo que se pretendía, y lo que se ha conseguido hace mucho tiempo, es que la Iglesia no domine al Estado ni el Estado a la Iglesia, sino que la Iglesia sea libre dentro del Estado libre e independiente, resulta que estas libertades que hemos conseguido nosotros eran más difíciles de conquistar que en otros pueblos que no tenían ese abolengo, por ejemplo, Inglaterra. ¿Qué extraño es que haya llegado a donde ha llegado, cuando hace siglos que venía teniendo la vida del pueblo por el pueblo? Pues nosotros hemos llegado en menos de medio siglo a este estado, y hoy por hoy en Inglaterra están todavía procurando libertades que nosotros hemos alcanzado. ¿Pues no es este un gran triunfo, tanto más difícil cuanto que nosotros arrancábamos de una base muy distinta de la que tenía Inglaterra y otros pueblos? Pues a pesar de eso, en otros pueblos es hoy cuestión lo que aquí está resuelto.

Éste era mi argumento. ¿Podía, por eso, el partido conservador creer que yo me refería a éste o al otro reinado después de establecido el régimen constitucional? Me refería a la historia y a los periodos largos de la historia, aunque sean pequeños para la vida de las Naciones. Por lo demás, yo debo decir al Sr. Conde de Tejas de Valdosera que no puedo entrar en comparaciones de lo que se haya hecho en unos y en otros reinados, porque eso me parece peligroso; me bastará decir únicamente que en la Restauración y en la Regencia se han conseguido tantos y tan grandes resultados como en los mejores reinados anteriores, y que en el progreso moral y material del pueblo no quedan detrás de reinados anteriores, ni el reinado de la Restauración ni el de la Regencia. (Muy bien) No tengo más que decir.



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